Capítulo 42 — Disfrutar la vida

El bar estaba a reventar. La música era alta y había mucha gente bailando. Por primera vez en días, me sentí simplemente Valeria, la universitaria, no la dueña de la firma o el secreto de Alejandro.

Damon me agarró de la mano y me llevó directo a la pista.

—¡Baila! —gritó, con esa energía suya que...

Inicia sesión y continúa leyendo