Capítulo 11

—Te veré más tarde hoy, ¿de acuerdo? —dijo Mario, apretando un poco mi mano.

Asentí, mi inquietud me estaba tomando por completo mientras estaba sentada en el asiento del pasajero de esta enorme camioneta negra y exótica, y su padre estaba justo al lado, a punto de llevarme a mi casa.

Mi corazón l...

Inicia sesión y continúa leyendo