Capítulo 129

—¿Qué hay de tu gato? —preguntó Mario mientras llegábamos a su complejo.

Mi corazón se aceleró al mirar la mansión, pensando en una persona en particular.

—No lo trajiste —dijo Mario, haciendo que lo mirara.

—¿Eh? Oh, Lulu. La llevé a un centro de cuidado animal. Estará allí hasta después del fin...

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