Capítulo 77

—Gracias por dejarme entrar— dijo Mario, de pie en mi habitación y mirándome. Tiene flores en sus manos y una caja roja un poco grande.

—Imogen te dio mi dirección, ¿verdad?— pregunté.

—No la odies por eso, por favor. Literalmente le rogué. Créeme, no fue fácil conseguirla de ella— dijo.

Todavía ...

Inicia sesión y continúa leyendo