¡¿Por qué?!

Él negó con la cabeza y dijo —¡No te importo, ¿verdad?! ¡Entonces, ¿por qué me dices que pare?! ¡No puedo vivir sin ti, así que estoy tomando una decisión sobre mi vida, igual que tú lo hiciste!—. Luego se cortó de nuevo, mirándola con dolor en los ojos, pero no se inmutó ni miró hacia su cintura.

...

Inicia sesión y continúa leyendo