perdón

—¡Está bien, entonces haré que me ames de nuevo! —dijo Allen, apretando los dientes con ira y aplastando sus labios contra los de ella. Anna se quedó paralizada, pero luego intentó zafarse de su agarre y empujarlo, pero Allen era muy fuerte. Cuanto más resistía, más fuerte se volvía su agarre. Allen...

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