Calor

Cuando abrí los ojos con un crujido, vi una pared de músculos frente a mí, en la que había confiado mi nariz hace un segundo. Sentí unos brazos fuertes alrededor de mi cintura y debajo de mis piernas, me estaban llevando, pero me sentía mareada y no podía reunir la fuerza para objetar. Un aroma a sá...

Inicia sesión y continúa leyendo