¿Te acostaste con ella?

—¡No me toques!— exclamó Elise, y Rygan quedó más que sorprendido al escuchar su voz resonar telepáticamente.

—Eres una telépata, pero cómo...— Rygan expresó asombrado, por un momento distraído de la situación, hasta que Elise le gruñó.

—¿Crees que me importa qué poderes tengo ahora, Rygan?— bufó,...

Inicia sesión y continúa leyendo