Manteniéndose firme

—Necesitamos hablar— su tono resonó con tanta fuerza.

—No tenemos nada de qué hablar— argumentó Elise. Intentaba controlar el ritmo incesante de su corazón que latía solo por estar cerca de él, tratando de mostrar que no tenía control sobre ella, pero estaba fallando miserablemente.

Sus respiracio...

Inicia sesión y continúa leyendo