CAPÍTULO 146

El lobo gimió de nuevo, mirando entre los dos. Y Samantha miró a Krimer. Ya había sospechado que el lobo no había estado cerca de personas en bastante tiempo, pero era imposible que un cambiaformas simplemente olvidara cómo cambiar. Ser lobo, ser humano, eran dos mitades de la misma moneda. Sin una,...

Inicia sesión y continúa leyendo