Capítulo treinta

Punto de vista de Dominic.

Me senté en silencio en mi habitación apenas iluminada, las cortinas estaban bajadas, proyectando una sombra de la luz solar parpadeante. Tenía la cabeza enterrada en mis manos mientras mi mente estaba llena de pensamientos inquietantes.

El miedo se reflejaba en mi rostr...

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