Capítulo 130- FIN DEL LIBRO UNO

Su boca sabía a sal y recuerdos. Mis lágrimas se mezclaban con su beso, las suyas goteando en el mío. Por un momento, las paredes del hospital se desvanecieron. Era solo él, solo nosotros—nuestras almas encontrando su hogar de nuevo.

—Dios, te extrañé tanto—dijo contra mi boca, su voz áspera—. Cada...

Inicia sesión y continúa leyendo