39: Teodoro

Sus palabras flotaron en el aire nocturno entre nosotros, antiguas y vinculantes, cargando más peso que cualquier decreto real que hubiera emitido en dos siglos de reinado. Mis dedos hormigueaban donde descansaban contra su cintura, pero sentía un calor en mi pecho, una expansión que reconocí como a...

Inicia sesión y continúa leyendo