Capítulo 1168 Selena, ¡no me digas que todavía te gusta!

Selena ya había salido corriendo, su rostro pálido.

—¡Selena!

Raymond la persiguió y la agarró.

Selena estaba presionada contra un pilar desierto por él.

Raymond sabía lo que ella estaba pensando, y le tomó la cara con las manos.

Ella no lo miraba, su pecho se agitaba violentamente, luchando po...

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