Capítulo 1387 La ambición ha ido demasiado lejos

Atlas estaba tumbado en el sofá, jugando casualmente con un gato al que tentaba con un pescado seco entre los dedos, su expresión era juguetona.

De repente, el gato mostró sus garras, dejando tres arañazos sangrientos en el dorso de su mano.

Frunciendo el ceño, lanzó el pescado a un lado, y el gat...

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