Capítulo 1491 No hay nadie aquí para servirte

Selena no tocó el cuenco de avena.

La sirvienta rodó los ojos y se llevó el cuenco.

—Solo quédate en la cama. Nadie está aquí para atenderte.

Una vez que la puerta se cerró, Selena se levantó lentamente de la cama.

Afortunadamente, su cuerpo no había sido inyectado con otras drogas, así que toda...

Inicia sesión y continúa leyendo