Capítulo 85

Esa pobre alma, Ayzel, olvidó sonreír de nuevo y podría ser para siempre esta vez. Fue engañada otra vez por juegos de palabras y destino, pensó. Todo se volvió más oscuro en su ya oscuro mundo.

Habían pasado dos días desde aquel día ominoso, pero no hubo ningún cambio en Ayzel. Seguía mirando por ...

Inicia sesión y continúa leyendo