39

REYNA

Me desperté con el sol besando mi rostro, forzando un resplandor en mí que nunca había estado allí antes. Los pájaros cantaban su oración matutina, y el susurro de las ramas de los árboles proporcionaba la canción más tranquila. Todo hacía fácil olvidar dónde estaba y qué estaba haciendo allí...

Inicia sesión y continúa leyendo