70

—Ya tengo a mis hombres apostados en la dirección que me diste —me informó Alessandro.

Me puse unas gafas de sol y miré la vista de mi casa desde el coche. Después de reunir la dirección IP que Reyna me proporcionó, seguí sus instrucciones y pude rastrearla. Una vez que anoté la dirección, llamé a ...

Inicia sesión y continúa leyendo