49: La guerra de alguien más

La noche era oscura y los dos amantes se sentaban en la habitación tenuemente iluminada, con los ojos llenos de lágrimas. Ninguno podía emitir un sonido. Mike Rosenberg aún esperaba pacientemente a que se calmaran y hablaran. Sophie no había dicho una palabra a su padre durante todo el largo viaje. ...

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