Capítulo doscientos quince

GAYLE

Mi estómago se hunde cuando me doy cuenta de que acabo de aterrizar de golpe sobre el pecho desnudo y bellamente esculpido de Cane. Él se tensa debajo de mí, su cuerpo se endurece mientras giro la cabeza y mi aliento se esparce por los surcos de sus músculos abdominales. Después de esforz...

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