Capítulo doscientos dieciocho

CANE

Satisfecho de que dice la verdad, aparto mis ojos de los suyos y bajo la mirada. Ella jadea debajo de mí y nunca he visto algo más hermoso. Mis ojos se detienen en el abultamiento de sus pechos detrás del grueso suéter de algodón y quiero arrancárselo, pero no soy un cambiaformas león, así...

Inicia sesión y continúa leyendo