Capítulo trescientos quince

KENDALL

Los músculos de Timmons se tensan debajo de mí, sus fríos ojos marrón canela destellando con algo que casi parece dolor antes de decir —Nunca haces lo que te dicen, ¿verdad?

Por un momento, pienso que va a dejarme caer de culo, y honestamente, probablemente lo habría hecho, excepto que e...

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