Capítulo cuatrocientos veintinueve

ADELLE

Lo siento temblar contra mi espalda y luego su gruñido retumba en la carne de mi hombro, su boca sellándose contra mi piel mientras succiona y mordisquea, avanzando hacia mi cuello. Mis rodillas se doblan, mi cuerpo tiembla mientras me debilito dentro de sus brazos.

—Maldita sea, cuánto...

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