Capítulo cuatrocientos cincuenta y cinco

POLLY

La lluvia ha sido una constante desde el momento en que salí tambaleándome de la hermosa casa de Lief y me obligué a regresar a este montón vacío de tablas. Me empapé en dos segundos y casi me caigo de bruces cuando mis botas patinaron sobre un charco de barro.

Eso fue hace más de una hor...

Inicia sesión y continúa leyendo