Capítulo cuatrocientos sesenta y seis

KODA

—Crees que debería llevarla a casa —digo con tono plano, una sonrisa sádica torciendo un lado de mi cara—. ¿Estás absolutamente seguro de esto? —le pregunto al Doc, manteniendo mi mirada fija en el océano más allá de las ventanas y la oscuridad de las olas en guerra. Hace unos momentos, v...

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