Capítulo cuatrocientos setenta y uno

EMILY

—¿Cómo podría ser esto tu culpa?— le pregunto, realmente curiosa. Según me dijeron, el hermano menor de Koda, Ryder, había salido durante una tormenta particularmente desagradable. Una tempestad que envolvió la isla en viento y lluvia. La visibilidad era nula y perseguí al niño solo para ...

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