Capítulo quinientos cincuenta

—Awww mierda—gruñe Timmons, levantándose de mi mesa del comedor mientras un gruñido inhumano resuena en mi pecho y mi columna comienza a calentarse—. Tenías que arruinar la diversión, ¿verdad Harlon? Maldita sea, hermano. Hay un momento y un lugar y ahora—Timmons regaña con un movimiento de cabeza—d...

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