Capítulo veinticinco

El vestíbulo abandonado era una visión aterradora, con vidrios rotos y grafitis esparcidos por el que alguna vez fue un destino glamoroso, haciéndolo parecer más una atracción de Halloween en ruinas que un resort.

¿Qué estaba haciendo aquí? ¿Me envió Lysander aquí?

Ciertamente no.

Pero eso significa...

Inicia sesión y continúa leyendo