Capítulo 31

Mi alarma sonó a las 5 de la mañana del lunes. Salté de la cama con una emoción recorriendo mis venas. Después de cambiarme a mi ropa de ejercicio, me dirigí al sótano al gimnasio de última generación. La casa estaba en silencio, y tenía el gimnasio para mí sola. Me concentré en el cardio, sabiendo ...

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