Capítulo 101

La perspectiva de Kaeleigh

— ¡Adam! —grité mientras él salía por la puerta—. Tráeme más hielo y paños. Por segunda noche consecutiva, tenía a Dayna en mis brazos mientras lloraba de dolor. Su piel volvía a arder mientras se agarraba el pecho y gemía contra mí.

—Lo siento mucho, lo siento mucho —so...

Inicia sesión y continúa leyendo