Capítulo 27 Venta de alcohol

Después de que George se fue con esa mirada arrogante, Emma quedó sola en un rincón oscuro, sintiéndose totalmente impotente y desesperada. Su tumor comenzó a palpitar, el dolor venía en oleadas, haciendo casi imposible concentrarse.

Sacó unos analgésicos de su bolso, se tomó las pastillas con mano...

Inicia sesión y continúa leyendo