Capítulo 54 Maldiciendo borracho a George

—¡Estoy totalmente sobria!— balbuceó Mia, tambaleándose como un cervatillo recién nacido. Señaló a George con un dedo y escupió— ¿Por qué demonios estás aquí? ¿Dónde estabas cuando Emma estaba pasando por el infierno? ¡Todo lo que hiciste fue acurrucarte con esa otra mujer!

Los gritos de Mia resona...

Inicia sesión y continúa leyendo