GRIETAS EN LA MALDICIÓN

POV de Sebastian

Primero vinieron los sueños.

No del tipo inquieto que se desvanecen al amanecer. No—estos eran agudos, abrasadores, llenos de fuego y hambre, tan vívidos que despertaba con el nombre de Evelyn en mis labios y mi lobo arañando dentro de mi pecho.

En mi sueño, ella estaba en el jar...

Inicia sesión y continúa leyendo