PRIMERA SANGRE

El gimnasio estaba tranquilo de nuevo.

Pero mi corazón seguía latiendo fuerte.

Las palabras de Lady Rowan se quedaron conmigo incluso después de que se fue.

—Tenías razón al sentirte observada.

—Pero no tienes que preocuparte. Por ahora.

¿Por ahora?

¿Qué significaba eso?

¿Y cómo lo sabía?

M...

Inicia sesión y continúa leyendo