Capítulo 134: Grita mi nombre

Él dejó besos húmedos bajando hasta su vientre, desnudándola, lentamente, deliberadamente, bajando las bragas, centímetro a centímetro, besando cada tramo de piel expuesta.

Su estómago. Su ombligo. La curva de su cintura. Su muslo.

Cada beso era posesivo, cada toque—una promesa que nunca olvidaría...

Inicia sesión y continúa leyendo