Capítulo 48: Hombres espeluznantes

Fue un gran alivio cuando finalmente fue el turno de Luther para ser atendido. Eloise respiró profundamente como si el aliento de Luther hubiera envenenado el aire.

Le ponía la piel de gallina tener a un hombre mirándola intensamente, lamiéndose los labios y desnudándola con la mirada.

—Finalmente...

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