Capítulo 85: Decepción

Tamara se sintió deslumbrada aunque estaba sentada. El hombre que acababa de entrar en la habitación como si fuera el dueño de la casa y del aire que respiraba, le cortó la respiración.

—Oh... Dios mío —exclamó en su mente—, ¿es humano?

Nunca había visto a alguien tan hermoso.

—¿Quién es él? —con...

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