Capítulo 88: Un paseo con un extraño

— ¡Ahhh...! —gritó Tamara, la ira hirviendo en sus venas. Su respiración entrecortada y sus ojos nublados por las lágrimas.

Estaba sentada fuera de la reja, con las rodillas palpitando, el cuero cabelludo ardiendo, la respiración atrapada entre sollozos entrecortados y jadeos incrédulos.

Era difíc...

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