Capítulo 19

En un pintoresco pueblo de España, el sol se estaba poniendo, bañando las calles adoquinadas y las casas encaladas con un cálido tono dorado. Lydia estaba en el jardín de su encantadora casita, cuyas paredes estaban cubiertas de vibrantes buganvillas. El sonido de las risas de los niños resonaba mie...

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