Capítulo doscientos

Sephie

Stephen pensó por un momento. —El jefe es lo único que he visto que lo detiene para ella. Su toque parece calmarlo.

Los miré a ambos. —Estaré bien. Se va después de un rato, pero nunca sé qué tan mal se pondrá primero. A veces pierdo el control de mi cuerpo cuando se pone muy mal. Eso es l...

Inicia sesión y continúa leyendo