Capítulo ciento treinta y siete

Catherine no pudo evitar sonreír al ver otro coche bajar por el largo camino de grava hacia la cabaña. Mary salió y luego abrió la puerta trasera de donde salieron disparados los trillizos. Sabía que Benji no estaría allí. Todavía estaba lidiando con el dolor de la traición de Leonora. Los trillizos...

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