Capítulo 567 Amantes felices, que inducen a la envidia

El rostro de Helen se torció de rabia mientras miraba con odio las irritantemente perfectas facciones de Gilbert.

—¿Ayudarme? ¡Son monstruos, y tú no? No, eres peor... ¡eres un maldito demonio! ¡Aún más desvergonzado!

La sonrisa de Gilbert solo se ensanchó, sin mostrar signos de enojo.

—No soy ex...

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