Capítulo 30

Maddison

No sabía qué esperar cuando Massimo me dijo que iríamos a uno de sus antiguos negocios.

¿Vendía órganos humanos?

¿Era un proxeneta?

¿Vendía drogas?

Muchas opciones cruzaron por mi mente, y no sé qué me asustaba más; saber que era algo malo o saber que, aunque fuera algo malo, aún...

Inicia sesión y continúa leyendo