CAPÍTULO VEINTIOCHO: LA NOCHE

Aria

La noche está helada y no puedo dormir ni un segundo. El dolor insoportable que sentía solo me recordaba lo jodida que estaba mi vida. No tenía a nadie a quien acudir ni con quien desahogarme. No quería contárselo a Tribel porque no quería molestarla y definitivamente no quería decírselo a mi ...

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