CAPÍTULO 29: OTRA MUJER

Aria

unos meses después

Cuando me desperté eran las ocho de la mañana, y mis ojos no podían ajustarse al sol a tiempo antes de quedar cegada por la luz. Por alguna razón, mi cuerpo no me permitía moverme y realmente no me importaba tampoco. Estas últimas semanas han sido un infierno para mí y rea...

Inicia sesión y continúa leyendo