Capítulo 162

La suave luz del sol se filtraba desde afuera, y Elise sonrió gentilmente. —He eliminado a tantas personas; ella no puede simplemente sentarse y relajarse, ¿verdad? En este caso, solo le estoy dando un pequeño empujón. ¿No lo crees, Orlando?

—Si quieres que te maten, no voy a detenerte.

Orlando fr...

Inicia sesión y continúa leyendo