Capítulo 23 Sin rastros

Al día siguiente, hizo un poco más de frío y hubo una llovizna ligera.

Leroy llegó corriendo, con los pantalones llenos de barro. Irrumpió en la oficina, casi sin aliento. —He encontrado a los padres de Cara.

Todos se quedaron congelados, a mitad de su desayuno.

Leroy sonrió, sacudiendo el agua d...

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