Capítulo 288

Aunque su estómago estaba vacío, la mente de Sienna estaba en otro lugar.

—¿Qué? ¿Quién lo envió? ¿Debería lavarme la cara? No puedo conocer a tus padres así.

Los nervios tensos de Kelvin se relajaron instantáneamente.

—No te preocupes, alguien lo envió. Aún no es momento de conocerlos.

Sienna s...

Inicia sesión y continúa leyendo