Capítulo 15

—Es... Es solo que...— Miraba a todas partes en la habitación, menos a mí.

—¡La estás asustando!— gruñó Perseus, pero necesitaba respuestas y si tenía que asustárselas, que así fuera. —¡No seas ridículo! ¡Acabamos de conocerla! Claro, claro, ha habido otros hombres... otros hombres que han admirado...

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